ANÁLISIS
Por Guillermo Cinta Flores
Martes 24 de enero de 2023
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De manera espectacular apareció este lunes Sergio Villarreal Barragán (alias “El Grande”) durante el juicio a Genaro García Luna, quien fuera secretario de Seguridad Pública a nivel nacional en el sexenio 2006-2012 y prohombre del entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa. Villarreal es uno de los testigos “clave” durante el juicio que se le inició la semana pasada a dicho ex funcionario en el Tribunal del Distrito Federal de Brooklyn, nueva York, en los Estados Unidos de Norteamérica. Este martes debió continuar la audiencia con la participación de “El Grande”.
El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, durante la conferencia de prensa mañanera de este martes indicó que el juicio es un “show mediático”, pues hasta ahora no se han revelado cuestiones contundentes para sentenciar a García Luna y acusar como su cómplice a Calderón Hinojosa, a pesar de haber miles de informes periodísticos en las hemerotecas. Lo más importante que dijo el lunes “El Grande” fue que constató cuando se le entregaron millones y millones de dólares a García Luna, sin presentar pruebas fehacientes de cargo.
Los abogados defensores del ex titular de la SSP Federal salieron ante los medios para desestimar lo declarado por “El Grande” quien, por si usted no lo sabe, vivió en Cuernavaca siendo el principal lugarteniente de Arturo Beltrán Leyva (alias “El Barbas”) durante un tiempo indeterminado entre 2003 y 2009. El 16 de diciembre de 2009 “El Barbas” fue abatido por elementos de la Marina Armada de México en su condominio de la colonia Lomas de la Selva. Dícese que entre “El Grande” y Edgar Valdez Villarreal, entonces jefe del brazo armado de Beltrán Leyva, se fraguó la traición y la entrega del capo a dicha fuerza de seguridad federal.
Desde el 16 de diciembre de 2009 hasta finales de 2010 y comienzos de 2011 se publicaron en Morelos informes subrayando el protagonismo de Villarreal Barragán, también preso bajo acusaciones de narcotráfico en alguna cárcel estadounidense. Fue extraditado al país del norte en 2010. En noviembre de 2010 precisamente y antes de su extradición, “El Grande” se adhirió al programa de testigos colaboradores de la entonces denominada Procuraduría General de la República (PGR), para que algún juez redujera las posibles sentencias en su contra por narcotráfico y delincuencia organizada. Mientras tanto, Edgar Valdez Villarreal (“La Barbie”), ex compañero suyo en el mismo grupo delictivo, negoció con autoridades de su país natal, Estados Unidos, ser trasladado hacia aquella nación del norte a fin de integrarse, también, a un programa de testigos protegidos.
“LA CONEXIÓN MORELOS”
“El Grande” encabezó una parte del brazo armado de los hermanos Arturo y Héctor Beltrán Leyva desplegando múltiples actividades criminales en Morelos, donde el ahora testigo de la Corte de EE. UU. acusó a Luis Angel Cabeza de Vaca, quien fuera secretario de Seguridad Pública del Estado durante casi todo el sexenio 2000-2006 y la primera mitad del periodo 2006-2009, de complicidad con el crimen organizado, de haber recibido dinero del cártel y poner a disposición de Beltrán Leyva y el propio Villarreal Barragán (entre otros de sus subalternos) el helicóptero adscrito a la SSP de Morelos.
Según una nota aparecida en “La Jornada México”, la caída de Sergio Villarreal Barragán fue a consecuencia de la detención de “La Barbie” en agosto de 2010. “El Grande” fue detenido el 29 de septiembre. Valdez Villarreal –agregó el periódico- comenzó a colaborar con las autoridades de Estados Unidos y las declaraciones rendidas ante la Policía Federal sin presencia de un abogado defensor, permitieron que las pesquisas contra “El Grande” avanzaran, señalaron funcionarios de la SIEDO.
“Villarreal Barragán fue detenido en Puebla y, a decir de las fuentes consultadas, desde que fue capturado ‘decidió colaborar con las autoridades y ofreció información tratando de quedar como testigo con protección, pero en su caso eso no es posible, porque fue detenido y las autoridades están obligadas a ejercitar acción penal en su contra, no es el caso de un delincuente que se arrepiente y antes de ser capturado se entrega’”. “La Barbie”, en cambio, no ha modificado su decisión de callar ante las autoridades mexicanas, y ha preferido negociar su envío a Estados Unidos, con la agencia antidrogas de ese país (DEA, por sus siglas en inglés). Su traslado, según los funcionarios consultados, aún se negocia”.
“En tanto, la cooperación ofrecida por ‘El Grande’ ha servido a la PGR ya en dos casos. En el de la segunda acusación que el Ministerio Público Federal le fincó al ex secretario de Seguridad Pública de Morelos, Luis Angel Cabeza de Vaca, a quien ya se le decretó el auto de formal prisión y con ello se le inició un proceso penal por delincuencia organizada e ilícitos contra la salud, por brindar protección al cártel Beltrán Leyva y recibir en pago 300 mil dólares mensuales”.
El segundo caso correspondió a la detención –el 28 de octubre de 2012– de Jorge Alberto Zavala Segovia, ex funcionario de la SIEDO acusado en 2008 de proporcionar información a los Beltrán Leyva, pero que fue encontrado inocente de los cargos. La captura se sustentó en que “El Grande” testificó que él le había entregado dinero a cambio de información.
TESTIGOS PROTEGIDOS
El testigo “Jennifer”, según difundió profusamente la prensa nacional en las postrimerías de 2012 y el inicio de 2013, era realmente Roberto López Nájera, quien trabajó para Edgar Valdez Villarreal (“La Barbie”), uno de los dos principales operadores de Los Beltrán Leyva en varias entidades federativas, entre ellas Morelos. El otro era Sergio Villarreal Barragán (“El Grande”), extraditado hacia los Estados Unidos y quien, con el carácter de testigo protegido de la PGR, apareció en varias indagatorias con el seudónimo “Mateo”.
Luis Ángel Cabeza de Vaca, ex secretario de Seguridad en la era panista de Morelos, fue detenido en diciembre de 2009. Fue aprehendido por la PGR también por acusaciones de protección al narcotráfico. Salió del penal de Tepic el 11 de octubre de 2010, pero una vez afuera fue reaprehendido debido a imputaciones hechas diez días antes por “El Grande”, quien había sido detenido el 12 de septiembre de 2010. “El Grande” declaró que el ex titular de la SSP recibió dinero de Los Beltrán Leyva, “amén de que les envió el helicóptero de la dependencia para rescatarlos ante un inminente operativo del Ejército Mexicano, en una ex hacienda de la región sur de Morelos”. Las imputaciones sobre delitos contra la salud tuvieron su fundamento en testimonios de “Jennifer” y dos ex policías metropolitanos de Cuernavaca, con quienes Cabeza de Vaca se careó derrumbando sus acusaciones. Cabeza de Vaca nunca fue sentenciado y se le liberó, mediante mil recursos judiciales, el 6 de marzo de 2016.
Como puede percibirse, el juicio a García Luna en Nueva York revivirá a viejos testigos “protegidos” o “colaboradores” de la extinta Procuraduría General de la República, hoy FGR. Y bien lo dice el presidente López Obrador: no hay, hasta ahora, pruebas contundentes en contra de Genaro García Luna.
También debe hacerse hincapié en que Cuernavaca y otras regiones morelenses tuvieron (¿tienen?) presencia mediática a nivel nacional y fuera de México, debido a que aquí se sostuvo, desde luego con el encubrimiento institucional, “La Conexión Morelos”.