CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Miércoles 25 de enero de 2023
La maestra Gabriela Bañón Estrada cumplió los cuatro años de su periodo estatutario, al frente de la Secretaría General de la Sección 19 del SNTE, el 17 de diciembre de 2019. Sin embargo, debido a ciertos factores, entre ellos la aparición de la pandemia de Covid-19, su permanencia al frente de dicha demarcación sindical se prolongó hasta hace unos días, cuando prácticamente fue relevada por Juan Manuel Armendáriz Rangel, enviado especial del Comité Ejecutivo Nacional del SNTE, quien arribó a Morelos acompañado por un grupo de tres operadores más.
Todos ellos y los que se sumen estarán a cargo de la organización y realización de la elección de un nuevo Comité Seccional, sobre el cual no hay fijada una fecha todavía, como tampoco hay nada respecto a la expedición de la convocatoria para abrir el proceso electivo, mismo que, presuntamente, será mediante voto universal y secreto entre los alrededor de 30 mil trabajadores de la educación. Algunos opinólogos han difundido que el proceso arrancará a mediados de febrero, lo que estará por verse. Mientras tanto solo resta jugar con la creciente efervescencia preelectoral de la Sección 19, mediante el plano especulativo.

La emisión de la convocatoria siempre ha sido facultad del CEN del SNTE. En nuestra entidad, además de la Secretaría General, habrán de renovarse un chingo de secretarías (unas 55-60), cuyas fórmulas deberán registrarse con los nombres del propietario y el respectivo suplente.
A reserva de lo que señale la convocatoria, contenderán además candidatos a los siguientes comités, con propietarios y suplentes: un Comité Seccional Electoral integrado por un presidente y dos secretarios; un Comité de Vigilancia, Transparencia y Rendición de Resultados, con un presidente, un vicepresidente, un secretario y dos vocales; y cuatro Concejales Nacionales. Toda esta estructura nos arroja alrededor de 122 en planillas, ya que no solo es la cabeza quien opera, sino la estructura de todo un equipo formado y conformado bajo las reglas de equidad de género y representatividad en cada una de las regiones y sectores del sector magisterial. Estamos entonces de un proceso por demás complicado, sobre el que merodeará el fantasma de la agitación, la grilla, la provocación, los intereses creados, la violencia, etcétera.
El Comité Ejecutivo Nacional, en coordinación con el Comité Nacional Electoral y las Asambleas Delegacionales Electivas (ADE), será quien concentre la delicada responsabilidad de organizar, llevar a cabo y calificar la validez del proceso, por lo que en cada urna que la Directiva Seccional Sindical disponga, deberá haber un representante de planilla debidamente acreditado, dependiendo del número de las ADE instaladas. El punto es que las planillas deberán tener un representante en las mesas de votación, lo que implicará una gran movilización de personas, así como la aplicación de considerables recursos materiales y financieros.
En reciente reunión desarrollada en la sede de la Sección 19, muchos personeros comenzaron la retirada y otros la graciosa huida. Es bien sabido que el temple del delegado nacional Juan Manuel Armendáriz Rangel no le permite perder la compostura. Sin embargo, en esta ocasión fue mas que evidente que un equipo determinado dijera conocer la esperada fecha del Pleno, antes de ser informado al Comité Seccional.
Y tenebrosos como somos, vamos a jugar a la teoría de los escenarios; el primero, el más obvio y que va en concordancia con lo sucedido en otros estados, es que la convocatoria sea sancionada en el punto 10 del orden del día (asuntos generales) y que a partir de ese momento sean registradas las posibles planillas participantes, entre las cuales tenemos las que encabezan Felipe Castro Valdovinos, Joel Sánchez Vélez, Felipe Domínguez y la tan ansiada planilla de unidad u oficial, de la que aún no hay certeza, ni quien pudiera encabezarla. Antes de las reformas que (en base a la nueva normatividad laboral nacional) se le hicieron a los estatutos del SNTE para elegir a los dirigentes seccionales mediante comicios abiertos, se solía ejecutar encerronas, por ejemplo en el Centro Vacacional de Oaxtepec o en el Club Dorados (de ese mismo lugar), a fin de concentrar a los delegados al congreso electivo; y una noche antes, o a horas de «elegirse» a los líderes seccionales, se les daba a conocer el «dedazo» sobre el personaje favorecido. Era de lo más antidemocrático y perverso, porque muchos de los delegados acudían a las grandes asambleas todavía en estado etílico.
El segundo escenario, muy riesgoso, pero nada falto de suspicacia, es la emisión de la convocatoria, simultáneamente a la espera de 30 días para la realización del Pleno; y que sea este el escenario para que se tome protesta por parte de la representación nacional a cargo de Armendariz Rangel. De ser así, la casi ex dirigente Gabriela Bañón no se presentaría a rendir su informe final, pues en este caso la representación nacional presidiría el Pleno y asumiría desde antes la representación estatal, para entregar la estafeta a quien logre sumar voluntades en el proceso electivo.
Insisto, no hay nada oficial todavía, más que simples especulaciones. Pero algo sí es un hecho: cada día crece más la ebullición al interior de la Sección 19 del SNTE, tal como cuando en un palenque se escucha el grito “¡paren las apuestas y cierren las puertas!”.
Estaremos atentos a los acontecimientos y aquí lo comentaremos.